Cuando nos ponemos a preparar el menú de las fiestas siempre pensamos en cosas super elaboradas, super vistosas y novedosas, pero nunca caemos en que hay cosas simples y deliciosas con las que podemos sorprender a nuestros invitados. Esta es una de ellas: un cóctel de marisco que se prepara en un santiamén y con el que quedas como un rey. No es un plato principal, pero es un aperitivo que a muchos les encantará.

Se prepara en un santiamén y tiene un toque fresco que se agradece en las copiosas comidas de estas fechas. Os animo a que cuidéis siempre los aperitivos que servís, porque son una de las partes importantes de las comidas. Pueden marcar una gran diferencia. Yo, el aperitivo y el postre es lo que más valoro, sinceramente. Si me sorprendes en esas dos partes, me tienes ganado.

Lo bueno de este aperitivo, que es lo bueno que tienen todas las "ensaladas", es que puedes añadir/quitar ingredientes según tu gusto. A mí me gusta así. No añadiría nada más, ni quitaría nada, obviamente. Pensé en añadirle aceitunas, pero no me acababan de encajar. Sí que podéis añadir un molusco (mejillón, por ejemplo) pero yo no iba a hacerlo porque no me gustan ni un pelín (pero lanzo ideas, que conste). O incluso algo más de marisco: langostino, cigarra, langosta... si nos ponemos finos...

Espero que os animéis a prepararlo en casa en estas fiestas porque es un plato sencillo y con el que seguramente triunfaréis entre vuestros comensales. ¡No os entretengo más y os dejo con la receta! Apuntadla bien, guardarla y sacarla a relucir en las próximas celebraciones. ¡Ya me contaréis!